Tal y como decíamos en la anterior entrada, (ver enlace), la financiación de proyectos de I+D+i en Canarias es posible en diferentes modalidades. En el artículo de hoy, veremos una de ellas, relacionada con las subvenciones.
La información aquí volcada pretende ser más accesible que “oficial”, por lo que si hubiera dudas, contacten con nuestros técnicos en transferencia de tecnología de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC, que desarrollan un trabajo en asesoramiento sobre subvenciones, gracias su trabajo en el marco del proyecto Red CIDE.
Subvenciones
Se trata de un apoyo a la realización de determinadas acciones, aquí nos centramos en la realización de proyectos de I+D+i, de tal manera que una entidad (pública en muchas ocasiones) da dinero a quien realiza la acción, sin que haya necesidad de devolver ese dinero, y bajo una serie de condiciones, que impone la entidad financiadora.
Para empezar, no es “dinero gratis”, aunque no haya que devolverlo. Como bien hemos dicho, la entidad exige una serie de condiciones y revisa que esas condiciones se cumplan. Si no se cumplieran, se retira la concesión de la subvención, se minora la cantidad u otras acciones, según considere la entidad financiadora.
Suelen tener un efecto incentivador, pues la idea (en I+D+i) es permitir que, por ejemplo, una empresa pueda acometer un proyecto con un riesgo de que no salga bien sin que suponga una gran pérdida. En un ecosistema como el nuestro, esto tiene su importancia; no es quizás lo deseable, las empresas deberían poder tener partidas presupuestarias para hacer I+D+i (así es en las grandes empresas que uno se pueda imaginar), pero en otra entrada hablaremos de la situación aquí, que podría justificar (en principio) la existencia de las subvenciones.
En general, las subvenciones van a suponer que la empresa aporte el dinero para realizar el proyecto con antelación a que la entidad financiadora lo reintegre al beneficiario. En algunos casos se da la opción de pedir adelantos. En definitiva, las subvenciones se pueden ver como una forma de recuperar una parte del dinero que la empresa ha invertido en un proyecto de I+D+i. Hay que tener en cuenta que el resultado del proyecto de I+D+i quizás permita por sí solo recuperar el dinero o no (el objetivo del proyecto es que sí lo permita, de hecho). Como el riesgo de que fracase es relativamente elevado, la subvención al menos reduce al “daño” de ese fracaso, pues (suponiendo que la subvención se conceda a la empresa) ese dinero prometido por la entidad financiadora lo van a dar igualmente. NOTA: siempre y cuando se cumplan con los objetivos que se plantearon en el proyecto solicitado. Parece una contradicción, pero no tiene por qué, recuerden que nos movemos en el ámbito de la I+D+i, donde un proyecto impecablemente bien ejecutado puede acabar en un producto no factible.
Resumiendo, si la empresa está interesada en acceder a este tipo de financiación, tiene que controlar estas fuentes:
- Organismos regionales (ACIISI, Consejería de Economía, Cabildos, Ayuntamientos, aunque lo más relevante son los dos primeros)
- Organismos nacionales (CDTI, Ministerios, Red.es)
- Organismos internacionales (en nuestro caso, básicamente la Comisión Europea).
- Otros (fundaciones concretas)
Hay muchos criterios posibles para decantarse por una fuente u otra. Un posible criterio podría ser el siguiente: las ayudas regionales suelen (no siempre) ser para proyectos más pequeños, donde se pueden financiar hasta 175.000 euros (depende de cada ayuda, para eso hay que leerse la documentación explicativa de cada una). Las ayudas nacionales van a proyectos algo superiores, a partir de esos 175.000 euros (generalizando bastante, pues en la realidad es que hay de todo). En el caso de las ayudas europeas, ya tenemos que pensar en proyectos grandes, desde el medio millón de euros a varios millones.
Quitando el caso de la Comisión Europea, la forma de acceder a las subvenciones es la siguiente:
Estar atentos a los boletines oficiales (esto es una buena parte del trabajo que realizamos los técnicos de la Red CIDE, justamente). Y esto es justamente lo que nos permite el suscribirnos a los boletines email de la Fundación Parque o seguir al perfil de FCPCT ULPGC en Konvoko (en el teléfono móvil), por poner dos ejemplos.
Cuando aparece una subvención, hay que tener en cuenta los tres documentos siguientes: bases, convocatoria, anuncio (se llama “extracto de la convocatoria” muchas veces).
- Bases: donde se explican las reglas básicas. Hay que tener en cuenta que una misma subvención puede publicarse en varios años, por lo que es más práctico para la Administración publicar por un lado las bases genéricas y luego, cada vez que se abre nueva convocatoria, hacer referencia a esas bases.
- Convocatoria: es el documento que da el “pistoletazo de salida” para presentar solicitudes al organismo que convoca la ayuda. Según la convocatoria, el plazo puede ser de 15 días, de un mes, o de varios meses. En todos los casos, la máxima es “el tiempo vuela”, y hay que presentar la solicitud (que puede constar de bastantes documentos) en tiempo y forma, por lo que es vital saber cuándo se publica la convocatoria, el plazo que se da… por otro lado, en la convocatoria se concretan detalles que pudieron no especificarse en las bases (como la cuantía concreta por proyecto que se puede solicitar, por ejemplo).
- Anuncio: suele ser el documento más visible en el boletín correspondiente (BOE, BOC) y nos deriva a los otros.
Para poder leer correctamente toda esta documentación relativa a cada subvención, es conveniente familiarizarse con la web BDNS.
Organismos como el CDTI, nacional, tienen un funcionamiento un poco particular. En este caso, se trata mayormente de préstamos, aunque se habla de una parte “no reembolsable” de la ayuda (es decir, un porcentaje de la ayuda que se da NO es préstamo, sino subvención, y por lo tanto no hay que devolverlo). La lógica de este esquema es que la empresa pueda tener una parte “libre de riesgo” de la ayuda, con la que pueda pagar, por ejemplo, una subcontratación a un centro de investigación o a una universidad para la parte de I+D más compleja, o alejada del mercado.
En algunos casos, como la ayuda NEOTEC, es subvención.
En la próxima entrada nos centraremos un poco más en las ayudas de la Comisión Europea, pues tienen algunas características que hacen interesante verlas por separado.
Para ver la anterior entrada relacionada: Artículo: Financiación para proyectos de I+D+i, primera parte. Principios básicos.
Enlaces de interés:
Contacto de los técnicos de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC.
Web de la Red CIDE.
Este artículo es posible al basarse en el trabajo de los técnicos de transferencia de tecnología universitaria en la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC, con la ULPGC, y en el marco del proyecto de asesores en esta materia, Red CIDE. La Red Cide es una iniciativa del Gobierno de Canarias cofinanciada por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación, y Sociedad de la Información y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en un 85%. Canarias Avanza con Europa.
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